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Critica de Arte de Elvira García
EVA (Elena Velasco Aresté)
POR LOS CAMINOS DEL ARTE.
Si me permiten quisiera hablar de Elena. Sí, Elena Velasco: la profesora, la psicóloga, la pintora, la copista, la artista y la galerista. ¿Tantas cosas reunidas en una mujer? Pues sí, y lo afirmo. Ella, esa pequeña pero gran mujer nacida en Madrid (1977), es un todo: una estupenda creadora llena de energía y propósitos que siempre lleva a la práctica.
Cuando visité su recién estrenada Sala de Arte “ARESTE: Arte y Decoración”, allá en el hermoso y conocido Aranjuez, me percaté de lo que digo. Y cuando conocí sus pinturas, además de sus copias por encargo de obras originales de los grandes Maestros como Velázquez, Rubens, Federico de Madrazo, Murillo, Francisco Pradilla, José Tapiró y Baró, Caravaggio y otros del renombrado y prestigioso Museo del Prado en Madrid, reafirmé aún más lo anteriormente expresado.
Elena observa el entorno, se adentra, percibe, interpreta, transforma y crea, imprimiéndole a cada una de las obras su sello personal que se trasluce desde la primera pincelada, pasando por la forma y el color, hasta el acabado final. Por supuesto, su profesionalidad es innegable, su técnica excelente, y esto lo avala su extenso Curriculum: Experta en Educación Artística en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid; Estudios en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Aranjuez; doce años de estudios en la Academia de Dibujo y Pintura “Punto de Fuga” de Evaristo Palacios en Fuenlabrada; doce años aproximadamente como Monitora de Dibujo y Pintura; varios años pintando vidrieras artísticas en el Taller de Antonio Vallez en Madrid y Leganés junto a un equipo de pintores; así como otros diez que ya lleva a sus espaldas pintando cuadros por encargo, más tres años como copista de las obras del Museo del Prado.
Si sumáramos todos estos años, podríamos decir que Elena posee un Curriculum tan extenso, que no se corresponde con una artista que está aún en la treintena. Pero vayamos por partes:
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Elena Velasco – LA PROFESORA
Tuvo su primera academia de pintura propia en Humanes, allá por el año 2000, donde impartió clases de dibujo y pintura a niños y adultos, y ahora la ha vuelto a reabrir en su ya propia galería. Su amor por el arte es tan grande que no sólo se conforma con pintar para sí. Ella anhela trasladar sus conocimientos y experiencia a otros jóvenes aspirantes a artistas, también a personas interesadas en expresar sus inquietudes y vivencias a través de la pintura. Por eso ha llegado a trabajar con adultos y niños desde los cinco años de edad, incluso se ha dedicado a impartir sus conocimientos a discapacitados y disminuidos psíquicos. Una tarea muy gratificante a ojos vista, que dice mucho de su sensibilidad y calidad humana.
Su vocación por la enseñanza viene de muy lejos. De ahí que no por casualidad sus primeros estudios fueron en la Especialidad de Educación Artística de la Universidad Complutense; más los seis años en que se desempeño como Monitora de Dibujo y Pintura en el Ayuntamiento de Moraleja de Enmedio, así como varios años en academias de pintura en Fuenlabrada y en algunos colegios, para un total de doce. De estos inicios de su labor como profesora me comenta:
-EVA: “No tenía todavía la carrera de Bellas Artes, pues estaba estudiando Psicología. Pero era aficionada y autodidacta, y hacía pinturas por encargo. Empecé a dar clases para pagar mis gastos en la Universidad, y al final se convirtió en mi trabajo. Fue años después que pude compaginar este trabajo, iniciar los estudios de Bellas Artes y también mi otro trabajo en el Museo”.
Yo personalmente la veo, con eso don y ese saber estar de los profesores, a los cuales acompañan sus estudios y conocimientos como Licenciada en Psicología, y que pone en práctica a la hora de impartir sus clases. Es indiscutible que cuando enseña se unen las dos facetas: la profesora y la psicóloga; de ahí deduzco que sabe transmitir magistralmente a sus alumnos, con mucha sutileza y encanto, su vasto acervo artístico.
De sus emociones y sentimientos cuando enseña expresa:
-EVA: “ Cuando enseño me doy cuenta de que sé más cosas de las que pienso. Muchas de las cosas que hago de manera intuitiva y espontánea cuando pinto, al momento de tener que enseñarlas me obliga a racionalizarlas y buscar una manera práctica para que un alumno lo pueda hacer también. Los conocimientos de Psicología me han enseñado que aunque yo tengo mi estilo propio en mi pintura, no imponerlo a mis alumnos, sino estudiar su propia forma de expresarse e intentar que la desarrolle sin cortar su creatividad”.
De Evaristo Palacios, pintor y grabador, su querido profesor al que admira y respeta por su obra y su trabajo, me refiere:
-EVA: “Evaristo Palacios fue mi profesor en Fuenlabrada, Madrid. Empecé con él con ocho años, y con él aprendí casi todo. Estuve estudiando con Evaristo casi hasta los 20 años, pero no siempre de forma continua. Él fue el que me animó a estudiar Bellas Artes y me ofreció ser Profesora Suplente en su Academia. Con este gesto me demostró que confiaba en mi capacidad, y así poco a poco me fui dando cuenta de que yo era capaz de dar clases de pintura a pesar de no tener aún la especialidad. Eso me permitió constatar que con mi experiencia era suficiente, y fue entonces que me dediqué a la enseñanza de la pintura en varios sitios”.
Agradecida al Maestro que la formó y adentró en las Artes Plásticas añade:
-EVA: “Ahora él (Evaristo Palacios) tiene parte de su obra exponiéndose en mi galería, y yo estoy muy orgullosa de tenerla aquí. De hecho es una de las que más se ha vendido hasta el momento”.
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Elena Velasco – LA PINTORA/COPISTA
Elena no realiza una simple copia de las obras de los grandes Maestros. Elena observa, desmenuza, se adentra en la obra e interioriza los sentimientos de los genios que las crearon en su época, para después copiar. ¿Pero verdaderamente “copia”? No, y así lo niego rotundamente, porque para copiar ante todo hay que buscar, encontrar y re-interpretar. Y eso es lo que ella hace.
De ahí la excelente calidad que logra en sus copias con una técnica limpia y depurada. Yo creo que esta mujer se pone “en la piel” de cada Maestro, intentando imaginar las ideas, sentimientos y emociones que los embargaron cuando pintaron sus obras. Y pienso que también vive ese momento de la creación tratando de comprender y entender cómo cada uno de ellos estructuró y ejecutó la pintura, cosa que a mi parecer no es tarea nada fácil. Hay que poseer una extrema sensibilidad y percepción para lograr ese estado de elevación sensitiva, y Elena posee esas cualidades en alto grado. De otra forma, sería imposible para una artista tan joven copiar un Velázquez, un Murillo, un Rubens, un Madrazo, con la perfección que ella lo hace.
No por ser una copia podemos aplicarle una valoración peyorativa. Tomemos el caso por ejemplo de la conocida obra “Adán y Eva” de Rubens, que es a su vez una copia de un cuadro de Tiziano, pintor italiano del Renacimiento y uno de los mayores exponentes de la Escuela Veneciana, y que actualmente están expuestas juntas. A mi juicio, una copia es un segundo original, una segunda oportunidad para contemplar y admirar una obra de arte en un tiempo y espacio diferentes a los que se creó.
Me remito a observar sus excelentes copias de “La Condesa de Vilches” de Federico de Madrazo, pintor retratista español (Siglo XIX); “Adán y Eva” de Rubens, uno de los grandes pintores flamencos del Barroco (Siglo XVII); “Las Meninas”, “El triunfo de Baco”, “La Fragua de Vulcano” y “La Coronación de la Virgen”, todos de Diego Velázquez, el pintor más genial del conocido como “Siglo de Oro de la Pintura Española” (Siglo XVII); “Los Niños de la Concha” de Murillo, pintor barroco español ( Siglo XVII); “San Mateo y el ángel” de Caravaggio, pintor italiano del Renacimiento y Barroco (Siglos XVI-XVII); así como la singular pintura “Parache, el bailador” de José Tapiró y Baró, pintor español encuadrado en el orientalismo (Siglo XIX) o “Juana la Loca (detalle)” de Francisco Pradilla, una de las principales figuras del Eclecticismo español (Siglo XIX). En todas estas obras a mi juicio, destacan la fidelidad y exactitud en el uso del color, las proporciones, los claro-oscuros y demás detalles, tal y como los concibieron sus creadores.
Con relación a lo que le ha aportado su trabajo como pintora/copista dice:
-EVA: “ El haber copiado y desarrollado diferentes estilos me ha ayudado a aprender un poco de cada uno de ellos”
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Elena Velasco – LA ARTISTA
Aquí encontramos otra de las facetas de Elena , la de la artista. Considero que la más difícil y comprometida, y en la cual saca a la luz su verdadero “yo”, su imaginación más prolífica y su sello personal. Es aquí donde la pintora se transforma en creadora, y donde sus diversas facetas convergen en una, aunando en un todo profesionalidad, talento, experiencia e imaginación.
En este exacto punto de convergencia, es en el que Elena comienza a crear su propia obra, imprimiéndole un aire majestuoso, tierno e ingenuo a la vez: los dragones vuelan, las damas cabalgan ataviadas con lujosos trajes en animales fantásticos, los paisajes habituales se transforman en sitios exóticos o desconocidos, los dioses mitológicos se humanizan y actualizan en personajes cotidianos, las figuras femeninas medio se transmutan en sirenas, árboles u otros, las damas de antaño portadoras de joyas de la época las sustituyen por adornos totalmente modernos y contemporáneos , un niño-ángel se transforma en un simpático y travieso personaje de circo, al cual rodean diversos y curiosos objetos. E incluso, se aventura mucho más allá, abordando temas más complejos como la pluralidad de las religiones en el mundo actual, y tomando como figura central del cuadro varios “Dioses” que emergiendo de la oscuridad señalan imperativamente con su dedo hacia la luz: tal vez el camino, el bien o un mundo más humanizado, pero que sin embargo se encuentra fuera del cuadro en un lugar inaccesible, como si de momento no estuviera a nuestro alcance o no existiera.
Citemos los sugerentes títulos de algunas de estas pinturas: “La Mona Geisha” una re-interpretación del original de “La Gioconda” de Leonardo da Vinci, el famoso polímata florentino del Renacimiento italiano (Siglos XV-XVI); “La reina María Luisa a dragón percherón”, versión del cuadro “La reina María Luisa a caballo” de Francisco de Goya, prestigioso pintor y grabador español del Romanticismo (Siglo XVIII); “Marte Bombero”, obra para la que se inspiró en la famosa pintura “Marte” de Diego Velázquez”; “La ausente”, obra inspirada en la pintura “La absenta, En un café” de Edgar Degas, pintor impresionista, escultor y dibujante francés (Siglo XIX), y que yo personalmente considero una obra muy hermosa y sui géneris por la luz que se proyecta sobre la solitaria figura femenina; “Venus Sirena” una idea que rondó a la artista desde muy joven cuando contempló el famoso cuadro “El nacimiento de Venus” de Boticelli, pintor cuatrocentista italiano; “La mujer, el árbol y la serpiente” para la cual se basó en la conocida escultura de Bernini “Apolo y Dafne” de estilo barroco; “Cupido malabarista” para mí una pintura singular donde se traslucen la ingenuidad y picardía de un niño-ángel, y para la cual se inspiró en la obra “Amor victorioso” de Caravaggio. O también “Dioses de hoy”, otra pieza magistral, que le sugirió la pintura “La vocación de San Mateo” también de este talentoso Maestro italiano del naturalismo-barroco; así como también “La joven del Pircing”, una pintura muy contemporánea, la cual surgió de la contemplación de “La joven de la Perla” de Vermeer “el maestro de la luz serena”, pintor neerlandés del arte barroco.
En resumen, todas estas creaciones propias muestran el innegable talento e imaginación de la Elena – Artista, que sin apenas darse cuenta, se encuentra transitando por un “realismo mágico” en su pintura.
Elena Velasco Aresté es una artista joven, a la que aún queda un largo trecho por caminar en su andadura por el mundo de la pintura contemporánea. Me imagino a Elena dentro de diez, quince o veinte años. Y la veo como una pintora española asentada, con un mundo sugerente y mágico más amplio,el cual sin apenas darse cuenta ya ha comenzado a construir; así como también la veo brindándonos grandes sorpresas con su arte. Me complacería mucho que abordara temas nuevos dentro de su línea del “realismo mágico”, incluso tal vez pintando su Autorretrato con ese aire un poco ingenuo y fantástico que imprime a sus creaciones.
A colación de sus emociones y sentimientos cuando pinta apunta:
-EVA: “Cuando pinto el tiempo pasa volando. La pintura me relaja, me evade y me satisface cada paso que voy dando en la medida que se va estructurando el cuadro...Muchas de las cosas que pinto son para mí un reto, que me permiten valorar de lo que soy capaz, especialmente cuando he realizado alguna copia de los grandes Maestros expuestos en el Museo del Prado. Esto ha sido no sólo un reto sino también un aprendizaje”.
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Elena Velasco – LA GALERISTA
Esta faceta de Elena reafirma aún más su innata vocación artística. Ella no se conforma con pintar y exponer sus obras, sino que también admira, ama y respeta las creaciones de sus compañeros de estudios y profesión de la Universidad - CES Felipe II de Aranjuez, así como las de otros artistas plásticos como ella.
Elena “ama” la pintura, el arte, la belleza y la decoración. El haber inaugurado en mayo del pasado año su magnífica y espléndida Sala de Arte en Aranjuez, ha dado cumplimiento a uno de sus grandes sueños. Una idea y un objetivo que venía acariciando desde hace algunos años: el tener su propio espacio de arte; un espacio múltiple donde integra además de su galería, una tienda dedicada en exclusiva al mobiliario de decoración, liderada en este caso por su socio Jesús Moya, y en la cual se muestran novedosos diseños de puertas de interior, armarios y otros que pueden ser personalizados a gusto del cliente por encargo, incluso utilizando imágenes reproducidas de pinturas de artistas famosos y otros.
En la planta inferior de este elegante y luminoso espacio, Elena ha colocado su querida y añorada escuela para impartir talleres y cursos de pintura a los interesados.
“ARESTE – Arte y Decoración” va a por todas en la promoción y venta de obras de arte de diversos creadores, además de las propias de Elena: óleos, acuarelas, grabados, dibujos, fotografía artística y escultura. Una ambiciosa e inteligente propuesta en la que han unido profesionalidad, talento y experiencia dos jóvenes promesas.
Elena Velasco no es una mujer de palabras, es una mujer de hechos. Su larga, experimentada y fructífera andadura por los caminos del arte así lo avala. No por azar ha escogido para su proyecto artístico la ciudad de Aranjuez, sobre la cual opina:
-EVA: “Me gusta Aranjuez por lo histórico y cultural del paisaje, la naturaleza y el propio ambiente bohemio de la ciudad, la melancolía de sus paisajes, el otoño, la niebla... Y también porque fue la ciudad donde estudié Bellas Artes. Aquí se encuentra la Universidad y un ambiente de jóvenes creadores. El paisaje y la gente es para mí una fuente de inspiración”.
De sus palabras se trasluce el encanto y la fascinación que sobre Elena ejerce Aranjuez, una ciudad que atrae y subyuga a todos los que la visitan; cuna de muchos artistas y que cuenta con grandes obras del patrimonio nacional español, entre las cuales podemos citar sus palacios, jardines, obras de arte, monumentos y otros.
Y por este motivo, porque yo también soy una gran admiradora de Aranjuez que quedé prendada de su magia y belleza, quiero si me permiten para terminar, dedicar este poema de mi autoría a la insigne ciudad:
Canto a Aranjuez
Aranjuez, joya del arte español,
deslumbras al visitante
por tus palacios y fuentes,
por tus jardines de ensueño:
rica explosión de colores,
formas, calles, movimiento.
En ti se inspiran artistas,
poetas, músicos, conciertos.
Sea verano o en primavera,
en otoño o sea invierno,
tu luz trasciende fronteras,
tu nombre lo afama el tiempo.
¡Aranjuez!
Autora: A. Elvira García Pedrera (Representante de Artistas Plásticos,
Promotora Cultural y Escritora) – Madrid, 4 de Marzo/ 2015